La sostenibilidad es mucho más que una simple práctica de Responsabilidad Social Corporativa (RSC); es un enfoque integral que debe estar integrado en el corazón mismo de los planes de negocio y empresariales. Odile de la Fuente, hija de Félix Rodríguez de la Fuente, uno de los divulgadores ambientalista más importantes de todos los tiempos, señaló durante HIC Summit Ibiza, la importancia de esta integración durante su participación como ganadora del premio HIC Talentum Awards, donde destaca que «la sostenibilidad es un valor añadido e implica una ventaja competitiva para aquellos que la van integrando en sus planes de negocio».
En la sociedad en general, la integración de la sostenibilidad también requiere acciones a nivel gubernamental, empresarial y ciudadano. Las administraciones públicas desempeñan un papel clave en la promoción de prácticas sostenibles, desde la gestión de la movilidad urbana hasta la implementación de políticas de gestión de residuos. Por otro lado, el consumo responsable se está convirtiendo en una fuerza motriz cada vez más poderosa para el cambio. Los consumidores están optando por productos y servicios que reflejen sus valores sostenibles, lo que crea oportunidades para las empresas que adoptan prácticas empresariales responsables.
Mitigar el impacto, el reto para el sector turístico
Para lograr esta integración en la industria turística y en la sociedad en general, es crucial adoptar un enfoque holístico que abarque toda la cadena de suministro y las prácticas empresariales. Desde la elección de proveedores que ofrecen alimentos locales, ecológicos o de agricultura regenerativa, hasta la implementación de medidas de ahorro energético y autosuficiencia en los hoteles, cada paso cuenta hacia un modelo de negocio más sostenible.
En el contexto específico del turismo, los desafíos más importantes se encuentran en la mitigación del impacto ambiental de los viajes en avión y grandes cruceros. Sin embargo, estos desafíos también presentan oportunidades para el turismo de cercanía y rural, que puede capitalizar el creciente interés de los consumidores por experiencias turísticas más sostenibles y auténticas. Además, algunos hoteles están innovando al ofrecer experiencias de voluntariado ambiental y turismo sostenible a los visitantes, lo que no solo agrega valor a su estadía, sino que también contribuye a la conservación del entorno y la economía circular. Este enfoque centrado en el impacto positivo es un ejemplo de cómo la sostenibilidad puede ser una ventaja competitiva en la industria turística.
Odile Rodríguez de la Fuente, premiada con el HIC Talentum Awards por su trayectoria y aportación.
Odile Rodríguez de la Fuente es una conocida bióloga, divulgadora científica y conferenciante de sostenibilidad y el medio ambiente. Lleva la naturaleza en la sangre y su vocación en los últimos años se centra principalmente en divulgar la importancia de vivir en armonía con la naturaleza.
¿Cómo podemos lograr esta integración de la sostenibilidad en la industria turística y en la sociedad en general?
Afortunadamente, es algo que ya está ocurriendo, aunque todavía a muy pequeña escala. La clave es integrar criterios de sostenibilidad en toda la cadena de proveedores que incluyen desde los alimentos que se proporcionan (enfatizar que estos sean de cercanía, ecológicos o de agricultura regenerativa, por ejemplo) a los hoteles, que pueden incorporar multitud de medidas como el ahorro energético y autosuficiencia, o ahorro del agua, entre muchas otras. Los aspectos más complejos de la industria turística son los relativos a los viajes en avión y grandes cruceros, ya que estos medios de transporte aún suponen un gran reto de descarbonización. Sin embargo, este mismo reto puede implicar una oportunidad para el turismo de cercanía y rural que puede ocupar e impulsarse en este nuevo nicho de valores de sostenibilidad, que cada día cobran más importancia para el consumidor. También existen hoteles que están apostando por el impacto positivo vinculando experiencias de voluntariado ambiental que se ofrecen a los turistas que los visitan. Cada vez más la industria turística adquiere conciencia de que la sostenibilidad es un valor añadido e implica una ventaja competitiva a los que la van integrando en sus planes de negocio.
En la sociedad en general el abanico de cómo integrar la sostenibilidad es enormemente amplio. Aquí juegan un papel clave las administraciones públicas al ser responsables de muchos aspectos vinculados a la movilidad, las ciudades o el tratamiento de la basura, entre otras. Quizá la mayor herramienta de cambio que tiene una sociedad a su alcance, para hacerse más sostenible, sea el consumo. Este, de hecho, se hace cada día más exigente y responsable. Por supuesto, todo lo relativo al uso y ahorro de agua y energía. Pero sin duda, el sector público tiene que facilitar e incentivar, desde el punto de vista económico y fiscal, esta transición hacia una mayor sostenibilidad.